5 reglas de oro que para que aportemos los usuarios del Transantiago

Ya basta de lloriqueos, pataletas y mamonerías. Que comité soviético de usuarios, que víctimas(víctimas!!). El Transantiago llegó y, por mucho que las autoridades y los operadores tengan sus propias falencias, ya es hora que los usuarios nos pongamos los pantalones o las faldas-según corresponda- y pongamos nuestro grano de arena para que esto funcione. Basta de llorarle al sistema(si hasta rompimos un récord mundial en mamonería!) y pataletas. Ahora a hacer lo nuestro por este sistema que-por mucho que a algunos les duela en el orgullo reconocerlo- le está haciendo tremendo bien a nuestra (gran)ciudad.
Aquí cinco reglas de oro que debemos seguir los usuarios del sistema para que la cuestión ande en 6 ruedas articuladas y haga bip!.

Infórmese.
Dicen que los chilenos, en promedio, no podemos retener más allá de la lista de ingredientes de una caja de Chocapic. ¿No lo considera acaso usted INSULTANTE?. Bueno yo sí, pero la falta de tino de muchos en los paraderos lo corrobora un poco. Sí, el mapa es complejo, y sí, es más enredado que la cresta. Es lo que diríamos una verdadera warara. Pero no es imposible, y con un poco de tiempo todo funciona. ¿Paraderos? ¿Puntos de carga? ¿Tarifas? La información está bien a la mano, es cosa de atinar, planificar bien el viaje y ya verá como el transantiago se hace cada vez más amigable.

Respete.
Estamos de acuerdo en que colarse en el Transantiago es irracionalmente fácil. Pero por lo mismo es muy poco choro y nada de meritorio. Que proeza!. Simplemente no se cole. Pero no sólo no deje de pagar, ¿es bonito ver como se colan en las colas en los paraderos? ¿A quién se le habrá ocurrido ensalsar la figura del pillo chileno? Porque fue un completo estúpido. Si no nos colamos, respetamos las reglas para todos, el sistema se hace también más amigable. Hasta nos caerá bien Iváncito de nuevo. Piense que si deja de buscar como colarse va a poder despejar la mente en otras cosas, relajarse y bajar los niveles de estrés. Eso incidirá directamente en una menor cantidad de arrugas, menos canas y más pelo en la cabeza, ¿no suena espectacular? Mejor invierta el tiempo que gasta en colarse en un mp3 o un buen libro. ¡Y acordémonos de como se arma una fila!

Mire al al lado.
Ahora el metro tiene la mitad menos de sillas, y las micros están diseñadas para estar llenas(esa es la idea!, menos micros, recorridos socialmente eficientes, menos contaminación acústica y polución). Es rico sentarse y hasta irse cabeceando en el viaje. Pero resulta que las butacas son pocas, y las necesidades hartas, y junto con colarse en las colas de los paraderos los más jóvenes se ganan todos los puestos. Y estamos de acuerdo: que vida más agotante, pero no nos olvidemos que junto con nuestra maldita agobiante rutina hay otros 6 millones de infelices almas en esta ciudad que pasan por lo mismo. Y a unos simplemente el cuerpo les rinde más que a otros. No es lo mismo a los 20 que a los 60, o a los 7 meses de embarazo, o a un impedimento físico. Si ve en la micro a alguien que tiene apariencia de necesitar urgentemente el puesto que usted está usando, no dude en ofrecérselo! Y pero por favor, en ningún caso, en ninguno, se haga el huevón.
Los de más edad, los más complicados deberían, dice la racionalidad, ser los primeros. Sin embargo, en Santiago pasa al revés...son los últimos!. Que con Transantiago vuelvan a recuperar su prioridad.

Haga bip!
Guste o no, así funciona la cosa ahora. Tarjeta bip y weas. Por favor, manténgala cargada, sepa donde hacerlo, y aprenda a hacerlo. Muy simple, saca la tarjeta y la pone en el cobrador y espera a que marque y se prenda la luz verde. NO LA MUEVA. Pasa que algunos la mueven,se demora en marcar, se atocha la cosa, y además terminan perdiendo porque la tarjetita le marca dos veces.
Y por favor tenga la bip! a mano. Nada más desagradable estar entrando a la micro y el desatinado que todavía no saca la billetera del bolsillo se pone a buscar su tarjeta ya en el cobrador, dejando todavía media cola afuera, y media micro esperando que esta pueda partir. Atine!.

Camine.
¿Chile país de obesos?. Dicen. ¿Sabe usted los milagros que hacen 30 minutos de caminata diaria? Ni se los imagina. Bueno ahora aprenda a caminar 5, 6 cuadras diarias, lo que no es nada. No intente hacer al chofer parar antes, para eso están los paraderos. Si puede, agarre una bicicleta y reemplace algunso recorridos con este medio. Disfrute de una caminata, mire la ciudad y aproveche que con tanta micro menos la polución bajará considerablemente. Si caminar puede ser muy bueno, mírelo como un beneficio, no como un problema.


Con esto no queremos desligar responsabilidad a la autoridad o a los operadores, porque claro que la tienen. Simplemente hacemos ver que los usuarios también compartimos nuestra parte en la torta, y ya tenemos que asumirlo. No somos víctimas de nada más que de quedarnos con las manos en los bolsillos, y eso tenemos que cambiarlo. Si todos nos ponemos a trabajar, mancomunadamente, más antes que tarde el sistema va a estar funcionando bastante afinado. Confíe.
Si está de acuerdo con esta humilde guía, le invito a pasarla a sus amigos y contactos usuarios del sistema, para que empecemos a pegar el alcachofazo.
(permalink: http://errazurizlobo.blogspot.com/2007/03/5-reglas-de-oro-que-para-que-aportemos.html)