miércoles, septiembre 13, 2006

Otra opinión sobre los impuestos a los libros

Desde hace harto tiempo ya se ha instalado en la opinión pública la idea de rebajarle los impuestos a los libros. Esto se ha cristalizado en incluso una campaña de bloggers. El objetivo es que no se le cobre el 19% de IVA a la venta de libros. Este impuesto, conocido como tributo a la venta, es un porcentaje extra que se le pone a cada cuestión que se vende, y que va directamente a la recaudación que hace Impuestos Internos. Se le cobra a todo lo que compramos, el pan, la bencina, la comida, etc, y queda documentado en las boletas que nos entregan(lo que les da total importancia). Lo que quienes están detrás de esta campaña buscan es que se le de un tratamiento especial a los libros y deje de cobrárseles ese tributo. Sería políticamente incorrecto, por la sensación térmica de la opinión pública frente al tema, manifestarse contrario a esta idea.
Y como este blog nunca ha pretendido ser políticamente correcto, podemos decirlo sin complejos: estoy en contra de que se le rebajen los impuestos a los libros. No en las condiciones actuales al menos.
Y no, no es que esté en contra de masificar la lectura, hacerla más accesible a todo Chile, etc. En nuestro país me da la impresión de que hay un concurso estilo bicentenario-chile-elige de quien toma la medida más parafernálica con mucho ruido y que soluciona muy poco. Así por ejemplo esto de darle pastillas del día después a las niñitas de 14 años hace mucho ruido y genera debate, pero todos sabemos que no soluciona ninguna cuestión de fondo y deja las cosas igual o peor que antes. Lo mismo con esto de los impuestos al libro.
Estaremos todos de acuerdo con que los libros son comprados por, siendo optimistas, el 25% más rico de Chile. Y que el resto 75% no deja de comprar libros por plata, porque si los libros costarán la mitad que ahora les aseguro que las ventas no aumentarían mucho más. En la clase media no se lee porque no se interesa, y en las clases más pobres simplemente no se sabe leer(más allá de no poder comprender las instrucciones de servir un plato de zucaritas). Y ambos ejes del mismo problema se atacan con programas globales, los que incluyen educación pero mucho más que educación. Hace 40 años el dr. Fernando Monckeberg descubrió que en una población las mujeres adultas no manejaban más de 200 años y para solucionarlo promovió un programa de nutrición que duró por lo menos 20 años y que tuvo un costo estimado de 24 mil millones de dólares. Supongo que su última preocupación fue el impuesto de los libros.
Para solucionar el problema, como dijimos, requerimos políticas públicas e infraestructura. Y ambos necesitan PLATA, mucha plata. Y eso que llamamos dinero el Estado lo saca de los impuestos. Y en un país como Chile donde los impuestos no son precisamente abultados no nos podemos poner a regalar. Menos a subvencionarle un ocio a los más ricos. Porque eso es lo que significaría quitarle el impuesto a los libros en las actuales condiciones.

¿Hay un problema de acceso? Claramente. Pero parte por las 20 librerías que habrá en vitacura v/s ninguna que hay en La Pintana(idea figurativa). Y eso no se soluciona aumentándole las ventas a las de Vitacura, sino que construyendo bibliotecas en La Pintana. O que el Estado lleve librerías a esa comuna, como lo hizo alguna vez México con su fondo de la cultura económica. O utilizar las herramientas digitales(como banda ancha para todos), quién sabe! Pero todo eso significa una gran inversión. Y también atreverse a hacerla.
Cada vez que paguemos incluso hasta dos lucas más por un libro acordémonos lo suertudos que somos de poder pagar esas 2 lucas, de pertenecer al quintil en que estamos, y de las oportunidades que la vida nos ha dado. Y acto seguido pensemos en el resto, en aquellos que no tuvieron estas posibilidades, los que talvez no pueden ni leer este blog por falta de acceso.


Sólo una vez que hayamos avanzado en esto, y tengamos índices de penetración de la lectura como Inglaterra, España o nuestra más cercana Argentina, entonces ahí será sensato dar el siguiente paso. Esto es, eliminarle el impuesto a los libros, los que entonces ya no serán ocio de los más ricos, sino que ocio de todos.

14 Comentarios:

Blogger Patricio Neira said...

Déjame decirte PP que discrepo contigo, y tratando de no ser políticamente correcto, pues el argumento de no bajar los impuestos porque se favorece a los más ricos está demasiado desvirtuado, es cosa de ver las autopistas urbanas, ya que si bien son concesionadas, aún así existe un subsidio o inversión del gobierno para construirlas, ¿y quienes somos la plata que maneja el estado?.
Y quiero defender a la clase media, ya que soy clase media como Piñera dijo que era, pues no podemos decir a priori que no nos interesa leer. Es mas, leemos, pero no aparecemos en los volúmenes de venta que maneja n las librerías, pues o los bajamos de internet, o los compramos en la calle (si, confieso que he pecado). Y si un libro costara menos, no dudaría en comprarlo original, pues todos somos fetichistas y nos gustan las tapas a color, y leer todas las hojas.
Y lo de la educación, lo sabemos, pero como fuimos educados con la LOCE, nos aburrimos y queremos que sea todo ahora, o si no pregúntale a los pinguinos que están chatos de mesas redondas y desayunitos con el red-set criollo.
Lo de las bibliotecas es cierto, faltan y muchas, pero no podemos seguir con esas retrogradas q existen en algunas comunas que tienen sólo Papelucho, y los libros se leen in situ, ¿ quién chucha se va a leer 200 páginas en una biblioteca de barrio?.
Y lo de los impuestos en general, dejemos de ser tan concientes con el gobierno, que se las arreglen ellos como distribuyen el presupuesto fiscal, todos hacemos lo mismo, nos manejamos con la misma plata todos los meses y no le lloro al elefante de Jumbo para decirle que me "comprenda" que no tengo plata suficiente. Es más, me aburrí del gobierno y sus impuestos desvirtuados, con un impuesto a la bencina que era para otros fines en un comienzo, y donde los grandes señores descuentan IVA al hacer pasar sus compras como parte de la empresa.
¡Señor Juez, declareme en rebeldía, me aburrí de aguantarle todo al gobierno, ahora es tiempo de exigir!, o si no huelga como el resto nomás...

7:34 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Siempre es interesante revelarse contra lo que piensa la mayoría, pero esta vez partes de supuestos tendenciosos. Primero, qué tan cierto es que "la clase alta" ( o su "quintil" correspondiente" son los que "leen" ?(entre comillas porque casi siempre "leen" Isabel Allende y Paulo Coehlo). Después juegas a pitoniso y nos adelantas que una baja en los impuestos no tendría efecto en la demanda de libros, que, según entiendo, es tu foco de análisis para las conclusiones que sacas.
Son dos cuestiones discutibles de las que seguramente existe algún estudio "serio", pero, aún asumiendo tus supuestos no entiendo por qué, si la demanda de libros en Chile es poca ( lo que, evidentemente, trae una poca recaudación de impuestos), es importante mantener ese impuesto a fin de invertir en educación. Es decir, por qué los pocos que leen ( según tu supuesto), que aportan poco, tienen que soportar esa inversión en educación ( hasta hoy absolutamente invicible). ¿No sería mejor subir los impuestos de los cigarros y del alcohol proporcionalmente con la baja de impuestos de los libros? Así podriamos financiar la educación y, quizás, de nuevo según tu supuesto, podriamos captar algo de demanda que no compra por los precios pero que si estaria dispuesto a hacerlo si fueran más bajos.
Hay un problema de prioridades evidente. Preferimos seguir permitiendo que "los jóvenes" tengan acceso a "las promos" en vez de que lo tengan a libros. Debe ser porque con harto copete y "puchos" nadie se queja mucho.

7:47 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Haber... tambien discrepo contigo (para variar), estoy de acuerdo con Renato en que partes de presupuestos a lo menos, confusos.
Personas cercanas, y que conozco bien pues trabajo con ellas, no perteneciendo al quintil mas top, igual leen (y no son pocas). Por si no sabias, en comunas como La Pintana (me duele un poco que la estigmatices, aunque sea en un sentido figurativo, HAY bibliotecas con acceso a buenos libros e internet. Concuerdo en que no compran libros, pero SI leen viejo!!
Ahora, me parece de una escandalosa soberbia cultura que Renato se de el lujo de estimar que debe o no deben leer las personas. (No me considero un tarado por leer a Isabel Allende)

Si bien tu idea de no rebajar el impuesto es buena (y notoriamente no-politicamente-correcta), deberías fundamentarlo por otro lado... como por ejemplo, la influencia de la rebaja del impuesto en la economia (Mi profe de tributario me lo explico una vez, y es una idea interesante... casi para tesis xD).

Saludos, y la invitacion es a partir de presupuestos mas claros, cosa que la idea final se entienda mejor.

Feliz 18!

2:19 a. m.  
Blogger . said...

Mmmm, mire...me sentí igual levemente agredida por su post, por eso de no sentirse interesado por la lectura, si los libros fueran más baratos...no los comprarían igual y todo eso, sé que el asunto es mio, porque siendo de clase media (creo, perfectamente podría ser más baja) el tema del impuesto a los libros si me interesa bastante y dudo ser la única, entonces, su post me huele a hablar desde un lado sin conocer mucho los otros. Si bien es verdad que en los sectores "populares", los numeritos de las personas que leen pueden ser más bajos, aquí también es donde muchas veces se realizan las experiencias educativas más ricas, precisamente por estar "bajo el radar", en la Pintana precisamente se encuentra la escuela Celestín Freinet, donde se usa la metodología de este autor para enseñar, logrando que los niños, a pesar de estar bajo el reinado de la LOCE, logren entusiasmarse por lo que estudian.
Entonces, me parece necesario ampliar la mirada y si bien es cierto que la gente de clase alta se beneficiaría con la rebaja de los libros, tampoco se puede ignorar a los que no pertenecemos a ella y nos negamos a quedarnos en el margen de exclusión donde nos ponen, mediante una educación dirigida unicamente a individuos, mediante mensajes que nos señalan nuestro lugar.
Supongo que su post me parece un poquito cojo, que una idea sea politicamente incorrecta no la sustenta, me parece simplista quedarse en el que no hay interés por la lectura o que no se sabe leer y que por eso es mejor ni siquiera dar la oportunidad.
Saludos

5:57 p. m.  
Blogger Pedro Pablo said...

voy a tratar de ser lo más global posible en mi respuesta porque todos tocaron puntos cruzados entre sí.
Que a la clase media no le interesa leer no es ningún juicio de valor, ni siquiera una afirmación científica. Es un tiro al aire, una forma rápida de decir que esta sociedad de consumo ha apologizado los placeres más cortos posibles, y la clase media de los 90 es el motor que lo ha hecho posible. Quiénes han hecho posible los mall la florida o plaza norte? La clase media, creen que allá se va a leer?. Y esto no es culpa de quienes componen la clase media. No es culpa de nadie, y si lo es de alguien, es de la sociedad en su conjunto.
Claro que en los sectores altos de la sociedad hay gente que no lee, gente que no sabe leer siquiera, pero eso es porque o no quiso o fisicamente no pudo. La diferencia entre él y quien pertenenciendo al quintil más pobre de la sociedad es un gran lector es que a este último le costó seguramente mucho más. Porque una cosa de educación, y otra son hábitos, los que puede que vayan de la mano, pero no son lo mismo.

Qué es saber leer? Pongamos a quien sabe leer como el lector promedio, quien lee una novela al mes, entiende lo que lee, lo disfruta. Pero además comprende lo importante de esto, de la tremenda herramienta que es, del poder que tiene. Ese es al lector que queremos aspirar.

María Paz te equivocaste. Esto no trata de sustentarse en ser políticamente incorrecto. Hay toda una lógica detrás de lo que digo. Y no quiero dejar de dar ninguna oportunidad, al contrario, en el fondo estamos de acuerdo. Yo sólo digo que si bien quitar los impuestos parece ser el mejor camino, esto es sólo de apariencia ya que finalmente es un paso en falso por todo lo que expliqué en el post.

En La Pintana hay bibliotecas, pero no hay librerías como creo que nadie refutó(talvez las allá, que va, era una frase figurativa, nada científico), por lo que el impuesto o la rebaja de este no veo como podrían mejorar a esta comuna o a cualquier otra. No estoy estigmatizando, pero por favor, acostumbrámonos a no usar anestesia de vez en cuando, abramos los ojos y llamemos a la realidad por el nombre que tiene, sin eufemismos, tan típicamente chilenos.

Renato, estoy de acuerdo con que hay que aumentar el impuesto al tabaco, pero ese es cuento de otro costal y no tiene nada q ver con lo que hablamos ahora(no dije que opinaba que hay muy pocos impuestos en Chile?).
Sin hacer el juicio de valor sobre la lectura de allende o coelho que hizo felipe sobre renato, si debo decir que el hecho de que haya o no haya impuesto no va a modificar en ningún caso los hábitos de lectura. De hecho, Allende y Coelho serían de los más beneficiados con la rebaja del impuesto.

Por último, Patricio, haces una comparación muy erronea. Comparas al Estado con una familia, o con tu familia. Tu familia tiene que arreglárselas como puede para darle lo mejor a ustedes mismos. En cambio el Estado se las arregla con todo. El hecho de que se suban o bajen los impuestos no es que alguien diga "quitémosle plata al gobierno y que se las arregle con menos", la idea detrás es el bien común y que esa plata en manos de privados estará mejor encaminada hacia ese objetivo que en manos del Estado, pero finalmente es el Estado quien dispone de eso para ese objetivo. Dejemos de ver al Estado como una empresa más que en ningún caso lo es!

9:19 p. m.  
Blogger Lex said...

Yo sí quiero que mi ocio sea financiado por el bolsillo de todos xD. A ver... la verdad es que a estas alturas el poseer un libro es un lujo (nos lo demos o no), las bibliotecas públicas (incluyendo a la de Santiago) son un paso adelante en la construcción de una sociedad que aprende en conjunto, pero es un esfuerzo todavía insuficiente.

Por otro lado (no sé si agarraste el tema después), la lectura es uno de los principales motores de educación y en Chile, lamentablemente, se lee poco, básicamente porque en las escuelas a lo largo del país no saben fomentar la lectura, las bibliotecas son precarias (infraestrucura)... como dato aparte, y al parecer saliendome del tema: conozco a muchos profesores de vocación que han "infrigido la ley" sacando copias a sus libros para dar algo decente de leer a sus alumnos, y por el momento no queda nada más que hacer que utilizar medidas "fuertes" (como usurpar las bibliotecas (sí, es fuerte, pero metafórico)) para llegar a un nivel en el que eso no sea necesario. No es una idea del todo irracional, pero quizás necesito más espacio para comentarla.

Libros, el impuesto, por supuesto, no podemos darnos el lujo de bajarlo así como así; de todas formas tenemos a Argentina al lado y (haciendo lo políticamente incorrecto) hay quienes se dedican a traer libros desde el país vecino. Y bueh... la libre cultura, si no se hace nada, nos tomaremos la cultura en nuestras propias manos (lo que considero peligroso en un margen de 15 años)

Saludaciones

1:23 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Estimado... primera vez q leo esto y oh! sorpresa... ya vamos a discutir.

en primer lugar... sólo chile cobra iva a los libros en toda latinoamérica.. en canadá se cobra una tasa diferenciada entre el 0 y el 7 % y en Usa, el paradigma liberal, entre el 7 y el 14%.
la razon del cobro de iv a los libros.. es producto del sistema de cobro de crédito contra débito fiscal. así, cuando se exige q no se cobre el iva a los libros hay q tener en cuenta q: a) queremos q los vendedores de libro desaparezcan o b) queremos q el Estado asuma los costos del fomento a la lectura.

la opción a,la descartamos, a menos q la mayoría parlamentaria aceptara q el Estado tenga intervención en la producción y servicios(y... sabemos q no será así)...la b) podemos mirarla desde 2 aristas: 1. q el estado asuma el costo económico subsidiado al vendedor de libros o 2. asuma el costo cambiando el sistema de cobro del iva.

ahora, el q las clases acomodadas sean las que se benefician mayormente con esta excención, no es argumento suficiente para concluir q las menos acomodadas deben continuar siendo privadas del acceso a los libros. ello, obviamente acompañado de una fuerte campaña de fomento a la adquisición del libro, tal como se ha hecho en materia de computación.

si miraras los indices de lectura en el país q entregaba la Cepal a ppios de los 70... incluyendo el gobierno de Allede... te darás cuenta de q aquellos secotres desposeidos tenían un alto índice... pq?? bueno, pq no era masiva la tele y pq habían políticas de fomento a la lectura... ausentes totalmente hoy.

finalmente... tu pensamiento lógico está lleno de falacias de falsa consecuencia... incluso, si quisieras llegar a las conclusiones en contra del fomento a la lectura via eliminacion dle impuesto, la única herramienta q puedes usar es la comparación con realidades similares... te propongo q conozcas la realidad de peru, bolivia o argentina... los tres paises sin iva a los libros...

con todo... creo q la eliminación es necesaria, y me inclino por el cambio de sistema impositivo... y la cración de la editorial estatal... no me molesta leer en hoja de roneo (a alguien sí??)

Saludos y perdón por la lata

12:03 a. m.  
Blogger AKS said...

Vaya, que buen intercambio se ha dado aquí. Me leí todos los comentarios.

Obviamente, como dijo alguien aquí, se trata de un asunto de prioridades. Somos un país tercermundista más preocupado en una engañosa estabilidad macroeconómica y en "renovación de material bélico", que en dar buena educación, fomentar la lectura, etc.

PP, primero no estoy de acuerdo en cuidar los bolsillos del Estado, cuando éste, por ejemplo, hace más de 10 años le eliminó el impuesto a la renta a la minería privada, con lo que el país ha dejado de percibir enormes ingresos. Tampoco es un secreto que este sistema impositivo permite que las grandes empresas evadan IVA como condenadas. Si queremos más recursos para el Fisco, partamos por ahí.

Por otro lado, el problema también radica en que el presupuesto anual que maneja el gobierno contempla todo lo que se recauda por concepto de impuestos (obvio). Y como todas las platas están ya destinadas, es lógico que no quieran saber de exenciones ni disminuciones. Y con eso del superavit fiscal estructural del 1%, menos. El Estado no puede gastar más de lo presupuestado, aún cuando entre más plata, por una política de austeridad exagerada y absurda.

Ese factor, más el hecho de que el gasto fiscal esté mal enfocado, atentan contra el país en temas como la educación y el fomento de la lectura. Si aquí la gente no lee, es debido a las malas políticas del estado. Si cuando hablamos de "apagón cultural" durante la dictadura, no nos referimos a que todo el mundo se puso a ver "Sábados Gigantes"; nos referimos a que de un plumazo se acabó con la participación ciudadana en temas políticos y sociales, y una de las formas de hacerlo era poniendo barreras que impidieran el acceso a la cultura.

Sin embargo la gente de clase media y baja hace esfuerzos por acceder a la lectura, da lo mismo qué clase de lectura. De otro modo no se explica que el negocio de la pitarería de libros sea tan lucrativo. No es el quintil más rico el que compra libros piratas. Hay gente que pese a su mala formación y la mala educación que recibieron (o reciben), leen igual. Pero si además de tener que lidiar con un problema de formación, se encuentran con una barrera económica, está todo mal.

Siempre he pensado que el problema no es CON QUÉ. Recursos hay. El problema es la falta de voluntad política. O una política de estado orientada a impedir que la masa lea, si se quiere ser más paranoico. Nunca he creído en teorías conspirativas, pero quién sabe... xD

Saludos.

7:41 p. m.  
Blogger . said...

Me parece bien que diga que la su opinión no se sustenta en ser políticamente incorrecta, pero igual me queda coja sobre qué se sustenta y me parece que negarla por ser anestesia no es suficiente, ya que es una medida que puede ser tomada en consideración con otras medidas. Sí, bajar el impuesto es algo mínimo que no soluciona la imagen global, claramente, pero sí es un mini-paso, el asunto es si te quedas tranquilo con que los bajen. Evidentemente los problemas de acceso y compresión de lo que se lee van más allá de si puedo comprar un libro o no, están relacionados con la calidad de la educación y más bien con la intención de ésta, pero me sigue pareciendo algo óptimo la eliminación del impuesto, teniendo en mente que es un medio y no un fin y quizás ni siquiera un medio completo, sino sólo una parte.
Saludos.

8:00 p. m.  
Blogger socióblogo said...

¿Qué tienen de especial los libros?
¿Por qué bajarle el IVA a los libros y no a la ropa, a las entradas al cine y al teatro, a los pasajes de avión, a los muebles de diseñadores, a las casas de arquitecto, a los DVD y VHS, a los televisores, las radios, los CD, los instrumentos musicales y todo otro objeto "cultural"?

No encuentro muchas razones, salvo el sentimentalismo "culturoso", pero poco confiable, de algunos.

Estoy de acuerdo con el autor, salvo por el tono un poco soberbio frente a quienes no leen. De hecho, lo más probable es que los índices de lectura en Chile sean a causa de los pocos libros que se leen, por lo tanto, esperar a que los niveles de lectura mejoren para luego emprender una politica pro-lectura exitosa es una idea que, a mí juicio, está planteada al revés.

1:21 p. m.  
Blogger patriciA said...

Yo tengo una especie de "sentimiento encontrado" con este tema.

Si bien es cierto, me encantaría que le bajaran el impuesto al libro, pero pensando en "la individualista". Como sabrás, estudio "literatura con mención en lingüística" y traducido al conocimiento común eso sería sinónimo de "te gusta leer mucho". Y la verdad si. Me favorecería mucho que bajaran los impuestos al libro para poder comprarlos nuevecitos en una librería y no en la calle o fotocopiarlos (siii, soy una pecadora de tomo y lomo pero es que hasta en mi facultad hay libros fotocopiados). De repente si le bajaran el impuesto (quiero ser ilusa) se podrían comprar más libros en las bibliotecas...

Ahora también tengo esa sensación tuya. El que en las comunas populares no se lea no es por un tema de que los libros están caros. Yo vivo en una populooosa comuna y la biblioteca con internet y banda ancha pasaba llena justamente por eso: porque tenía banda ancha. El sector lectura estaba deshabitado. Y no por un tema de que no hubiesen libros, simplemente nadie se interesa en ir a leerlos, porque siendo realistas, el gran porcentaje de la clase baja se informa solamente con lo que sale en la tele, pero no hay un fomento hacia la lectura.

Si bajaran el impuesto a los libros seguiríamos siendo pocos los que los compramos, por un tema de falta de incentivo, porque por donde se mire el chileno promedio no es bueno para leer. No digo que sea condenable, pero basta con ver las señaléticas de tránsito, por ejemplo, en los paraderos antiguos: sólo numeritos, una especie de instructivo mecánico. Cero procesamiento. Estoy de acuerdo contigo en el que hay que invertir, hay que incentivar!!


Yo no creo que tu opinión sea políticamente incorrecta porque si pensamos fríamente, a quienes nos gustaría que se bajara el impuesto al libro somos los mismos que "consumimos" lectura, sea académica, best-sellers, lo que sea. Si nos ponemos a pensar fríamente, las bibliotecas no se llenarán por arte de magia cuando se baje el impuesto al libro.

Mucha gente, cruzando clases sociales no sabe leer, pero no en el sentido básico. Basta con ver alguna prueba de comprensión de lectura, casi al azar. En la PSU, por ejemplo, en lo que más se falla es en ese ítem. Y no es una cuestión técnica, es cosa de adquirir hábitos. Pero como ese hábito de repente es "prescindible" tampoco se hace mucho por fomentarlo. Y ojo, no sólo es labor del estado fomentar, porque si es un hábito, es deber del hogar. Pero esta cuestión ya es casi un círculo vicioso. Nadie lee, a nadie le interesa, pa eso está la tele. La información llega fresquita y la repite un caballero con voz de español. ¿Qué más podemos pedir?.


Yo estoy de acuerdo con tu opinión. No creo que sea políticamente incorrecta. Es casi como una norma de lingüística conversacional: "proceda con orden". Procedamos con orden, primero fomentemos, luego rebajemos el impuesto.



Saludos PP!!!

4:05 p. m.  
Blogger Pedro Pablo said...

Ok. Estamos de acuerdo con que si bajamos el impuesto de los libros va a haber más acceso. Es como si bajaramos el precio de las biblias...el acceso mejora para todos...sin embargo, a groso modo quienes consumen biblias? los católicos.
Eso pasa con los libros. Los ricos consumen más libros que el resto. Y si bajamos el impuesto a los libros, por mucho que todos vean mejorado el acceso, finalmente por una cuestión social quienes más se beneficiarán serán los ricos.

Lo que yo propongo, como muy bien pudo entender patricia, y le doy las gracias por entender bien el post, es que mejoremos cosas estructurales antes de poner maquillaje. Y es que en Chile, y esto quise que se entendiera entre lineas, pero sin embargo no logró suceder parece, cuando la autoridad da un pequeño paso la "sociedad" se olvida del problema y deja todo tal cual. Si se rebajan los impuestos para los libros se va a dar la impresión de que se solucionó el problema y todos felices.

Eso es lo que hay que evitar...fin

10:31 p. m.  
Blogger Cigarrera said...

pucha cada vez que vengo a tu blog tengo que tener harto tiempo para leer tu escrito mas los comentarios que te hacen jajajajaja es una biblia esto!!! pero bue. hoy no leere los comentarios... solo se que creo tienes razon en lo que planteas, tal vez no en todo pero si en el concepto, hay cosas que no solucionan nada y solo meten mucho ruido.

y eso seria, bien poco fue mi aporte pero bue... que estes bien nenito cuidate y un beso, aaahhh se me olvidaba decirte, estas guapisimo jajajaja!!!!!! ^^ ciau

4:59 p. m.  
Blogger filo said...

Más allá del uso del lenguaje medio paternalista que utilizaste en este post, PP, creo ser el primero que está casi plenamente de acuerdo contigo.
Y digo casi, porque si bajamos el precio de los libros, obviamente va a crecer el consumo en clases mas intelectuales, pero con menor poder adquisitivo (léase profesores y otros profesionales no favorecidos con el sistema)
Pero vamos al grano: Es imposible bajar el IVA a los libros. Ello pues al ser el IVA un impuesto indirecto, se debería primeramente bajar el IVA al papel que se utiliza para el libro. Al bajar el IVA del papel del libro se debe bajar de la celulosa que se utiliza para el papel del libro y del arbol de que se saco la celulosa. Pero, como de ese árbol se saca también para otros fines, y la celulosa se utiliza tambien para otros fines, y el papel que sale de esa celulosa se ocupa no solo en un libro, entonces ¿como diferenciar? si no diferenciamos, entonces se debe bajar el impuesto a todo el proceso productivo, lo que incluíria bajar el impuesto al papel de los cigarrillos por ejemplo, lo que es ilógico. Incluso, si diferenciamos, podríamos caer en grandes evasiones tributarias. ESpero que se haya entendido.
Por otro lado, la piratería ha hecho su parte en que el precio del libro sea caro. O sea, el costo alternativo que debe pagar una librería por el libro que una persona compra en la calle, lo debe recuperar cobrandolo en el libro que una persona compra en la librería. Es la única forma de que el negocio del libro sea rentable en un país que no controla la piratería.
Efectivamente PP, estoy muy de acuerdo contigo en qu el problema es de infraestructura. Y de calidad de la enseñanza en Chile. Se debería incentivar la lectura dotando de bibliotecas de calidad en colegios públicos, y que el acceso a estas bibliotecas no sea solo para los estudiantes sino para toda la comunidad. Así también se crea barrio, y se incentiva la lectura de libros de calidad.
Por cierto, también lo que se hizo en Mexico con el Fondo de Cultura Económica es una muy buena idea para recoger por el Estado de Chile.

12:35 p. m.  

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