Es mi vida! ya?

Hace unos buenos años algún genio descubrió que cuando se muestran cosas serias nadie lee, y cuando se habla de banalidades el rating sube. Haré caso de esa premisa y veamos si ahora me llega algún auspiciador.
La otra vez iba en el auto y una amiga, que no diré quien es por respeto a su diginidad, gritó como histérica apuntando "aaaaa, se vendió! se vendió!!". La víctima era un afiche de propaganda de Almacenes Paris en el que aparecía Benjamín Vicuña con una guagua(la suya? who knows). Al día siguiente me desperté con un réclame de Sergio Lagos que parecía los últimos 5 minutos de "teletón por mi papá". Sólo después de haber mojado mi pijama con lagrimas, entendí que su papá se había muerto. El padrino, esta vez, era Falabella.
El asunto es súper simple. A la gente de la tele y famosa le encanta decir que tiene que respetar su privacidad. A Benjamín Vicuña tanto le gustas que, como cualquier lautarista fugándose de una cárcel, se fue en helicóptero de la clínica. Y escuchar hablar a esta gente de su "defendida" privacidad es tan penca como mamarse a Andrés Mendoza en Buenos Días a Todos-sí, veo el matinal de Chile- decir todos los días "los que cubrimos el espectáculo también somos periodista"(entiende gil que si tú erí periodista, yo soy guerrillero) .
En fin, para no perderse el punto. Lo cierto es que, de alguna manera o no, estos estrellados se llenan con 100 millones cada bolsillo gracias a nosotros, y después vienen a decir que "respeten su privacidad". Por favor...
A mí la verdad no me interesa, pero ahora considero que incluso los pedófilos de este país tienen derecho a entrar a la casa de Vicuña a conocer su guagua, y todo el que quiera le puede preguntar a Sergio Lagos cuantos lunares en zonas impúdicas tenía su papá. Lo mínimo, no?