Hablando de Parches

Se anunciaron los resultados de la comisión Boeninger y todos pusieron el grito en el cielo. La derecha porque esto va a terminar con la estabilidad, la concertación(y también la derecha) porque temen que les quiten sus cupos(sueldos) que se ganaron con tanto "sudor y esfuerzo", y la opinión pública. porque se aumentan en 30 y en 18 los cupos para diputados y senadores respectivamente(a pesar de que Chile hasta 1973 tenía esa cantidad de parlamentarios). Aprehensiones más que válidas, pero que én ningún caso van al fondo del asunto.
Que no se me mal interprete, estoy muy de acuerdo con cambiar el sistema binominal y valoro mucho las propuestas de la comisión(además están acorde con la Campaña para que PP llegue alguna vez al congreso), el problema es que esta discución no deberiamos ni estar dándola.
¿Cuás el problema de fondo, entonces? La coyuntura que nos dieron los secundarios tuvo un coletazo que sirve para graficarlo. Los voceros estudiantiles se juntaron con Mariano Ruiz-Esquide, senador presidente de la comisión de educación de la cámara alta. Al día siguiente, el vocero de gobierno Ricardo Lagos lo subestimó y sólo dijo que el senador no era un interlocutor válido. Bueno, yo creo que estaremos de acuerdo en que en cualquier otro país del mundo don Mariano habría sido mucho más que un interlocutor válido, talvez el más valido, pero en Chile no lo es. Es en el congreso donde se deben dar las grandes discuciones nacionales, de donde nazcan las iniciativas de reforma y progreso. ¿Para qué crear una comisión de 74 personas si tenemos a 158 con una dieta de 10 millones parando el dedo en Valparaíso?
A Ricardo Lagos(ahora, el ex presidente) le encanta decir que en su mandato se hizo una nueva constitución, lo cual es mentira. Sigue siendo la misma de 1980 que en su espíritu gobierna a este país. El Congreso Nacional(el mismo que unánimamente chilenizó el cobre, o que le prohibió ir a EEUU a Eduardo Frei M.) hoy es de cartón y sirve para decir Sí o No(y ni siquiera, para eso están los partidos). El gasto de nuestro parlamento es irrisoriamente bajo, ya que además de las altas dietas y de algunos funcionarios de planta no se gasta más en Valparaíso. ¿No hay gasto acaso en investigadores, redactores de leyes, juristas, etc? Lo hay, pero eso se hace en los ministerios, ya que este sistema priva al parlamentario de la dignidad que supone que tiene, y le entrega al Presidente TODO el poder. Y el problema de eso es que la voluntad nacional está en el Congreso, no en el ejecutivo.
Por el bien de nuestra democracia es necesario cambiar el sistema, y si aumentamos los escaños, o incluso la forma en que elegimos a los legisladores, en este momento es un detalle, una conversación que no nos llevará a ningún progreso, sino que sólo a seguir estancados aquí mismo.