martes, junio 24, 2008

Así es Santiago...

Ahora estoy haciendo clases de historia de 3º y 4º medio vespertinas para un grupo de adultos que nunca terminó el colegio y que ahora quiere su diploma. Como quedan en Maipú, y yo vivo en el límite de Las Condes/Providencia, tomo la micro 413 para llegar, y de hecho, por pura coincidencia, hago su recorrido entero.
A mí me llama la atención la gente que se atropella para tomarla cerca del Portal Lyon(creo), desconociendo la formación de una fila, cuando el primero en tomarla te da la impresión de que fue el último en llegar y el último en subir llevaba esperándola 15 minutos. Me impresionan los que en La Alameda a la altura del Club de la Unión se suben corriendo por las puertas de atrás y no sólo no pagan, sino que tampoco esperan que bajen los que pretender salir por esas puertas. Me molestan los que de chaqueta y corbata se hacen los dormidos en sus asientos cuando al lado claramente alguien lo necesita mucho más. Y definitivamente me enojan los que ignoran a todo quien sube a vender algo o a tocar una canción, al punto que son incapacez de decirle "no tengo nada"(ojo, este último es un capricho personal).
Me llaman la atención los niños de 13 años recién abandonando la ardúa jornada escolar completa que se paran para ceder el asiento a cualquiera que parezca mayor. Me impresionan en cambio las señoras de cierta edad que se paran cuando ven a alguien de su misma condición para cederles su asiento, y cuando se mirán de forma picarona y cómplice. Me agradan los adolecentes que se vuelven riendose de puras tonteras a sus casas, especialmente cuando recuerdo que después del colegio yo era pura amargura. Y reconozco que me encantan los jóvenes que se suben a tocar alguna canción, con un ánimo de que parecen tomárselo como un carrete o buen momento más, que miran con la misma cara contenta a los que les dan monedas como a los que gratuitamente disfrutaron de su espectáculo.
Así es Santiago, a veces uno está chato...pero la mayoría, si uno se lo toma con buen ánimo, encanta.

PD1. Esto lo empecé a escribir como respuesta a esta columna. Sin embargo me fui por las ramas y, como me daba lata perderlo, lo publiqué...

5 Comentarios:

Blogger Juana said...

Lo que dices es la pura verdad, parece que no estas muy acostumbardo a estas realidades, pero así no mas es, ami me da rabia subirme y ver tanta estupidez, me aburrí de pedir el asiento para los que no son capaces de pedirlas para si mismos, ya que cualquier día me iban a pegar y no exagero, cuento aparte son los olores que tu puedes sentir en las famosas micros ademas vas chick to chick.
Conclusión: Solo debes pedir el asiento cuando es realmente necesario ( me refiero a pedir el asiento para los viejitos, embarazadas y minusvalidos) ya que ellos no lo hacen (????); Debes llevar un mp3 cargado y un pañuelito perfumado o ne casos extremos un desodorante de esos toque...
Adios.

7:23 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

En verdad, resulta interesante saberse vulnerable ante el estado permanente de circunstancias que nos ofrece esta asfixiante ciudad.

Con ello, que duda cabe, esa esa la cuestion cuando somos individuos consumidores de experiencias domesticas. Ademas, es cierto, nadie esta libre de decir estupideces, lo grave esta decirlas con enfasis. En efecto, aflora la actitud prevaleciente del Chileno ante lo que aparece como lo genuinamente obvio.

Es asi. No hay nada que hacer. Ese habito de comportarse como un primate ante el disenso en nuestras reglas basicas de urbanidad significa la pura verdad cuando se esta en coexistencia dia a dia con ellos.

Se debe cambiar la mirada acerca de lo que queremos ser. Un torrente de imbecilidad extrema destila en la caotica ciudad de los consensos de marmol.

A proposito, felicidadaes por ese canal de comunicacion masivo.

Saludos afectuosos

Jaime Godoy F
Estudiante de Filosofia USACH

6:15 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

ya me estaba desesperando con tu ausencia, pp! porfavor escribe más seguido mira que eres un gran aporte!
qué lástima q no nos conozcamos..

11:32 p. m.  
Blogger Karen said...

Sabes? Me encanto tu aprecio hacia los estudiantes que de vuelta del colegio se ríen exageradamente de todo lo que ocurra, se converse, se escuche, o se vea.

Cuando aún iba a la escuela y de vuelta tenía que tomar la micro, con mi amiga reíamos todo el camino. De cualquier estupidez, pero reíamos. Y era realmente molesto ver al resto de los pasajeros (exagero), solo a algunos adultos ignorantes que creen que ser maduros es sinónimo de ser serios. Me cargaba oír lo que decían y el caracho que colocaban cuando nos escuchaban.

Es que no es eso la esencia de ser niños? Reírse de todo sin preocupaciones ni verguenza?

Me cautivaste con el comentario que hiciste, de verdad, y me alegra saber que aún quedan personas que pueden apreciar esos momentos, que aunque ajenos, te hacen disfrutar el viaje y en más de una ocasión te sacan una sonrisa.

Un gusto leer tu blog. (Cómo se nota la diferencia de contenido con el que tiene el mío...)

Saludos, tus opiniones si que valen!

6:50 p. m.  
Blogger Rocio said...

La historia es una de las cosas que mas me gustan y por eso esta bueno disfrutar de conocer acerca de los sucesos ocurridos en distintos lugares. Por eso trato de obtener Pasajes Baratos para llegar a ciudades diversas

6:58 p. m.  

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