Campaña Injuv. Algunas reflexiones a propo
Hace unas semanas, una campaña para incentivar a los jóvenes a inscribirse en los registros electorales causó tanta noticia como en toda su historia en el INJUV(Instituto Nacional de la Juventud, un pequeño organismo estatal) no lo había hecho.
De este suceso se pueden debatir principalmente dos puntos. Un, que fue bastante tomado en cuenta por los medios, dice relación con el hecho de que el gobierno pretenda incentivar la participación juvenil, cree un organismo para eso, y cuando este organismo, catalizador de las inquietudes juveniles(esto es muy cuestionable, pero debemos partir de un supuesto) toma una desición, se ve coartado por las autoridades del gobierno, las cuales definitivamente no son representantes de un sectos etario único como es la juventud. Entonces, ¿Cómo se incentiva a este grupo?
Sin duda ese es un debate muy interesante, pero lo nombro sólo para decir que no es el que me interesa tocar esta vez, y tampoco creo que sea el más importante. Es a la otra cuestión que nombre en un principio, la cual efectivamente ha sido un poco dejada de lado por los medios, la más preocupante.
Cuando yo veo el famoso afiche, no me cabe más que preguntarme "¿Es mi generación tan estúpida como para irse a inscribir porque un poto se lo dice?". No quisiera perder la compostura, pero es sin duda la única forma de ilustrar lo que esta campaña me causa.
Hace 30 años, los sociólogos pensaron que podrían cambiar el mundo. Años después, son los economistas los que creen que en sus calculadoras están las soluciones a todos los problemas. Y ahora está esta nueva área, engendrada entre la sicología, la sociología, la economía, etc, que comienza como marketing, y termina como publicidad, la cual cree que puede lograr hacer que un hindú coma hamburguesa de vacuno, que un niño japonés no sienta culpa al no sacarse sus zapatillas nike cuando entra a su casa, y que otro aquí en Chile sienta vergüenza al no tener cuadernos austral tapa triple dura con dibujos de bob esponja, como su compañero de banco que si los tiene. Definitivamente, estamos de acuerdo, los publicistas pueden hacer mucho.
Pero habemos gente, pocos talvez, que creemos que no todo está a su alcance. Si fuera así, no serían dos millones los jóvenes no inscritos. No seríamos sólo un 3,3% de jóvenes del total de electores(según las elecciones municipales 2004). Bastaría con contratar a la mejor agencia de publicidad y...¡Asunto arreglado!. De hecho, Ángel Carcavilla, autor de la campaña, decía en The Clinic, días después de estallado el escándalo, "publicitariamente la campaña es perfecta". Y lo puedo haber sido, pero no es lo que compete acá, no se trata de hacernos tomar sprite.
Ya basta de que nos traten como mongolitos, yo creo que sabemos leer y se nos puede convencer con palabras, no con fotos. ¿Cómo es posible que no exista el ramo de educación civica? Un ramo así, obligatorio, de peso y de calidad sería una buena medida. No quiere decir que con invertir los $30 millones que costó la campaña en educación solucionamos el problema, porque ciertamente es mucho, pero mucho más lo que se necesita. Pero yo creo que lo que falta no son recursos(eso está), sino que voluntad. No del gobierno de turno, sino que voluntad de una cúpula política entera, transversal, que no cree o no quiere que haya participación juvenil.
De este suceso se pueden debatir principalmente dos puntos. Un, que fue bastante tomado en cuenta por los medios, dice relación con el hecho de que el gobierno pretenda incentivar la participación juvenil, cree un organismo para eso, y cuando este organismo, catalizador de las inquietudes juveniles(esto es muy cuestionable, pero debemos partir de un supuesto) toma una desición, se ve coartado por las autoridades del gobierno, las cuales definitivamente no son representantes de un sectos etario único como es la juventud. Entonces, ¿Cómo se incentiva a este grupo?
Sin duda ese es un debate muy interesante, pero lo nombro sólo para decir que no es el que me interesa tocar esta vez, y tampoco creo que sea el más importante. Es a la otra cuestión que nombre en un principio, la cual efectivamente ha sido un poco dejada de lado por los medios, la más preocupante.
Cuando yo veo el famoso afiche, no me cabe más que preguntarme "¿Es mi generación tan estúpida como para irse a inscribir porque un poto se lo dice?". No quisiera perder la compostura, pero es sin duda la única forma de ilustrar lo que esta campaña me causa.
Hace 30 años, los sociólogos pensaron que podrían cambiar el mundo. Años después, son los economistas los que creen que en sus calculadoras están las soluciones a todos los problemas. Y ahora está esta nueva área, engendrada entre la sicología, la sociología, la economía, etc, que comienza como marketing, y termina como publicidad, la cual cree que puede lograr hacer que un hindú coma hamburguesa de vacuno, que un niño japonés no sienta culpa al no sacarse sus zapatillas nike cuando entra a su casa, y que otro aquí en Chile sienta vergüenza al no tener cuadernos austral tapa triple dura con dibujos de bob esponja, como su compañero de banco que si los tiene. Definitivamente, estamos de acuerdo, los publicistas pueden hacer mucho.
Pero habemos gente, pocos talvez, que creemos que no todo está a su alcance. Si fuera así, no serían dos millones los jóvenes no inscritos. No seríamos sólo un 3,3% de jóvenes del total de electores(según las elecciones municipales 2004). Bastaría con contratar a la mejor agencia de publicidad y...¡Asunto arreglado!. De hecho, Ángel Carcavilla, autor de la campaña, decía en The Clinic, días después de estallado el escándalo, "publicitariamente la campaña es perfecta". Y lo puedo haber sido, pero no es lo que compete acá, no se trata de hacernos tomar sprite.
Ya basta de que nos traten como mongolitos, yo creo que sabemos leer y se nos puede convencer con palabras, no con fotos. ¿Cómo es posible que no exista el ramo de educación civica? Un ramo así, obligatorio, de peso y de calidad sería una buena medida. No quiere decir que con invertir los $30 millones que costó la campaña en educación solucionamos el problema, porque ciertamente es mucho, pero mucho más lo que se necesita. Pero yo creo que lo que falta no son recursos(eso está), sino que voluntad. No del gobierno de turno, sino que voluntad de una cúpula política entera, transversal, que no cree o no quiere que haya participación juvenil.
4 Comentarios:
La campaña estaab orientada a que los jovenes se inscribieran en los registro. Pero por qué un poto?
Será por la absurda moda de mostrar el boxer? Bueno... habemos personas que no lo hacemos y que lo encontramos ordianrio.
Se tomó a los jovenes como mongolitos como bien lo dices... como jovenes que iban a sucumbir con una publicidad tan "directa"... pero ni siquiera pudimos caer... porque la sacaron!!
A dónde quiere llegar este pais?
De qué color es nuestro presidente? Blanco, Azul o Rojo es el presente?
Respecto a la forma encobntre que la cmapaña es muy mala, una ofensa al intelecto, es la tipica moda de ser trasgresores.. al peo por cierto..
Respeto a lo tro es el colmo que en Chile no se enseñe educaci{on civica, es el colmo que no podamos actualizar nuetsro sistema de inscripcion electoral, pero m{as el colmo es que nos quedemos en nuetsras casas viendo como todo esto pasa... animo y a seguir trabajando
Educar en política no pasa por hacer campañas en un par de meses que llamen a inscribirse en los registros electorales, sino que el poceso debe ser sitemático e integral, partiendo desde la educación preescolar, abriendo a los pequeños una visión de mundo en la cual la acción y participación ciudadana es funadamental para crear una mejor sociedad y por ende buscar el bienestar común. Y así el sistema educativo debiera apuntar a generar piniones, incentivar el debate, pero no aplaudiendo las acciones ciudadanas de otros, sino incenntivando a que todos sean protagonistas de estos actos.
La campaña es perfecta. Busca impactar, busca que la gente se fije en los afiches. Esto es puro marketing para que llegue el mensaje. Aunque el afiche sea negativo y todo, busca que el publico identifique el mensaje y lo comprenda, y asi lo hace.
La campaña no va enfocada a ti, sino al publico de estratos mediobajos que son la mayoria de las que no se inscriben (Ya que el publico ABC1-C2 goza de una mejor educacion y por ende de una mejor conciencia civica). En estos terminos se busca impactar y dar el mensaje de una manera entretenida, pq a este publico si le pones a una persona explicandole pq se debe inscribir, lo mas probable es que lo encuentre aburrido y no lo haga.
La campaña es muy buena, solo que la gente que se supone tiene una educacion mejor, la critica pq simplemente no la entiende.
Esto es pura sicologia y marketing, es parte de la nueva conducta humana.
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