Entramos para aprender, salimos para servir

Ahora voy a escribir algo más personal. En los 14 años en que estuve en mi colegio nos repitieron hasta el cansancio una frase que era algo así como nuestro lema: "Entramos para aprender, salimos para servir". Estaba en las agendas, en el catalógo, en los anuarios a fin de año, en las carpetas, en los cuadernos, en todas partes. Cada discurso del rector o alguna otra autoridad empezaba y terminaba con esta suerte de slogan.

A pesar de esta repetición constante, reconozco que nunca pude comprender su significado, y si se me quedó grabada, fue meramente por osmosis. Sin embargo, ahora creo que tengo más claro su significado que nunca. Tenemos que saber entender que somos una elite, que tenemos una suerte que muy poca gente puede contar. La gran mayoría de los que leen este blog(yo incluyéndome) tenemos estudios universitarios, contamos con una conección a internet para poder leer y postear, y seguramente todos poseemos las herramientas sociales necesarias para poder desenvolvernos bien, más en capas dirigenciales que en las bases de la sociedad.

Esta suerte que tenemos es correlativa a un deber, y esa es la gracia de esa frase antes sin sentido para mí, y ahora tan poderosa. Tenemos el deber de retribuir nuestra privilegiada posición, y eso sólo es posible sirviendo a la sociedad, con especial preferencia por quienes no tienen nuestra suerte. Tenemos que luchar para que en el futuro muchos más sean quienes forman esta elite, o que sean todos. Hay que poner las manos a disposición. Y eso pasa también por comprometerse. Por hacer nuestro paso por el colegio, por la U, por el trabajo, en fin, por la vida, algo significativo. Entender que tenemos un deber moral. ¿Impuesto por quien? en este momento creo que da lo mismo, la principal urgencia es cumplir nuestro deber.

Además, me atrevo a aventurar, al final esta senda de servir al resto también será una retroalimentación, donde los auténticos ganadores seremos también quienes vivamos nuestra vida sirviendo.-