La depresiva vuelta a clases

Si, estoy en la Universidad, y mis clases comienzan más temprano que el parvulito de mi hermano chico. No me quejaría tanto sino fuera por el colosal muro de pizarreño que nos separa a la comunidad universitaria de lo que algún día fue nuestro patio, y que ahora sólo es un gran hoyo testigo "del progreso y la globalización".

Comienzan las clases y muchos profesores parecen estar de acuerdo con lo insensato de empezar a estudiar antes que sus propios hijos inclusive, por lo que se toman el cachito de semana y deliberadamente nos hacen ir hasta Pio Nono #1 para que luego nos informen que no habrá tal cátedra.

Llega el fin de semana y, luego de haber pasado toda la velada pintando y ayudando al compañero(a) de provincia que fijo se cambia y necesita ayuda, aparece la noticia que promete remover nuestras conciencias y emocionar a todo el país: se quema el Diego Portales(sorry por el Negro Piñera y la Belén Hidalgo, pero no dan para tanto). Pero no, no era ni un OVNI ni un OSAMA. No, porque estamos en Chile, y la razón de todo era que los rascas a cargo no se habían preocupado de la mantención eléctrica. Aún así la polémica continua, y el ministro se agarra con los bomberos, y viceversa.

Entonces volvemos a una semana estudiantil, con la gracia de que es la semana de los mechones, donde de yapa todo el resto carretiamos. Y así se viene el tan esperado paseo de facultad, y me voy encargado de un bus, y todo pasando bien...hasta...que dejo de recordar.

Y el siguiente recuerdo es de mi por fin descanzando si ser molestado, y entonces una ola que en verdad es un tsunami se abalanza contra toda la población jurídica que por un día se tomo a Cartagena, y yo intento salvarme gateando entre pescados. Luego segundos de confución, horror y sufrimiento, y entonces por fin encuentro mi mochila con el cuaderno de la compañera matea que me acaba de prestar, entero mojado y con mucha arena.

Entonces así estamos, por tercera vez pasando por el mismo depresivo comienzo de clases. ¿Y saben porque es depresivo? Porque estamos recién en marzo y nos queda hasta diciembre. Y lo peor ni ha empezado.