Para pensar...

Espero que hayan tenido muy buenas vacaciones. Yo si las tuve, pero ya habrá tiempo para hablar de eso.
La Universidad de Chile tuvo un triste epílogo de lo que fue una igual de patética obra que duró los últimos 5 años: el rechazo de sus estatutos reglamentarios por parte de la Contraloría. Contexto:Durante esos años la comunidad universitaria consensuó lo que serìan los estatutos que regularían a la U. El problema es que el proyecto tuvo que ser cercenado para poder pasar por el congreso, y finalmente la contraloría lo rechazó por pretender tener facultades que, siendo típicas de una Universidad, no lo serían de un órgano del Estado(sic).
Entonces, lo que durante años consideramos el invitado de plomo instaurado por la dictadura, la famosa autonomía y autogestión, hace poco se vio como una oportunidad, una brecha de oro. Sin embargo, terminado el libreto, nos damos cuenta que lo más triste de esta autonomía es que NUNCA FUE.
Querámoslo o no, ser estatal nos pesó, y más que mucho. Aunque una misma ley orgánica constitucional nos obliga a ser autónomos administrativamente, nos dimos cuenta que somos más dependientes que un ministerio. ¿Qué hacer?.
A pesar de que lo más seguro este impasse lo superemos, lo importante es que a futuro seguiremos siendo tan dependientes como ahora, y eso es un freno a nuestra modernización institucional. Por eso propongo privatizar.
¿QUÉEEEE???!!??!?!?!?
O eso al menos escuché decir. Pero no se alarmen, a pesar de la urticaria que a algunos les dio. Es muy simple: ¿Alguno podría decir que las Universidades de Concepción o Federico Santa María no son públicas? Creo que no, y, para que usted sepa, son privadas. Cuando se toca, muy superficialmente, el tema, debido a su clara impopularidad(ni los más liberales se atreven a decirlo), se relaciona inmediatamente con la falta de recursos, y definitivamente ese no es el problema que quiero abordar. ¿Por qué habría de hacerlo? Su calidad de estatal no ha significado que la U de Chile, con la mejor infraestructura, calidad académica y competitividad interna, no se transforme en el producto más apetecido del mercado. Por lo demás, una privatización de ese tipo significaría algo al más puro estilo de Colo Colo y Blanco Negro SA, o sea, una sociedad anónima que administre el negocio y que se transe en la bolsa. Y permítanme confesarles que no es hacia allá donde están dirigidos mis ánimos.
El problema que ahora me llama a escribir es el de la falta de autonomía para poder determinar como comunidad universitaria que es lo que queremos. Por eso propongo una privatización al estilo de la U de Conce. Tan perfecta, que nadie dude que dejemos de ser Pública, y cuya dirección quede en manos de una corporación regulada tal como queremos, y no como el parlamente o una ley de Pinochet mande.
Se me ha acusado de querer evitar que “En la Chile se piense a Chile”. Pero muy por el contrario, solo constato que eso hoy no ocurre, y busco una solución para revertir la actualidad.
O eso al menos escuché decir. Pero no se alarmen, a pesar de la urticaria que a algunos les dio. Es muy simple: ¿Alguno podría decir que las Universidades de Concepción o Federico Santa María no son públicas? Creo que no, y, para que usted sepa, son privadas. Cuando se toca, muy superficialmente, el tema, debido a su clara impopularidad(ni los más liberales se atreven a decirlo), se relaciona inmediatamente con la falta de recursos, y definitivamente ese no es el problema que quiero abordar. ¿Por qué habría de hacerlo? Su calidad de estatal no ha significado que la U de Chile, con la mejor infraestructura, calidad académica y competitividad interna, no se transforme en el producto más apetecido del mercado. Por lo demás, una privatización de ese tipo significaría algo al más puro estilo de Colo Colo y Blanco Negro SA, o sea, una sociedad anónima que administre el negocio y que se transe en la bolsa. Y permítanme confesarles que no es hacia allá donde están dirigidos mis ánimos.
El problema que ahora me llama a escribir es el de la falta de autonomía para poder determinar como comunidad universitaria que es lo que queremos. Por eso propongo una privatización al estilo de la U de Conce. Tan perfecta, que nadie dude que dejemos de ser Pública, y cuya dirección quede en manos de una corporación regulada tal como queremos, y no como el parlamente o una ley de Pinochet mande.
Se me ha acusado de querer evitar que “En la Chile se piense a Chile”. Pero muy por el contrario, solo constato que eso hoy no ocurre, y busco una solución para revertir la actualidad.