martes, julio 26, 2005

Ahora preguntémonos: ¿Por qué Suiza se negó a extraditar?




A modo de resumen introductorio, el año 1996 se escapa de la Cárcel de Alta Seguridad Patricio Ortiz, condenado por el asesinato de un carabinero, por el asalto a una sucursal de un banco en Vitacura, y por la colocación de explosivos en un local de comida rápida. Aparece detenido 8 meses después en Suiza, y en 1998 el gobierno Suizo niega tanto el asilo político al prófugo de la justicia chilena, tanto como la extradición a nuestros tribunales.

Es justamente el segundo punto el que a mí me parece más interesante. En Derecho Internacional, cuando no existen tratados de extradición(como parece ser la realidad entre Chile y Suiza), se usa que los países para extraditar verifiquen que se va a cumplir la condena, y que las garantías sean iguales o mayores. Y el segundo debe ser el punto más flaco para Chile.

¿Estamos a punto como para compararnos con Suiza? Recordemos que en 1998 todavía regía en nuestro país un sistema procesal penal inqisitorio, único en el mundo occidental, que había sido abandonado por Europa en el siglo XIX. Si bien el sistema cambió, el código penal sigue siendo el mismo, y no hay que hacer mayores análisis para entender que es un derecho pensado en castigar al más pobre, y no en ser transversal.

Y si bien las garantías han mejorado mucho con el nuevo sistema, la realidad carcelaria nos asemeja a algo así como El Congo Belga en la década del 50. 38 mil reclusos para una infraestructura con capacidad de sólo 22 mil, una dotación de gendarmería mínima, grados de corrupción únicos en los servicios públicos chilenos, presos durmiendo en carpas, o en los mismos baños. Bien se dice que a las 6, cuando se apagan las luces, en las cárceles reina la ley de la selva. Sólo el 1% del presupuesto de gendarmería se gasta para rehabilitación. ¿Y no era para eso que estaban las cárceles?.

En DDHH nuestras cárceles son una vergüenza mayúscula, que no merece ninguna consideración. Es inentendible para un país que se dice llamar los ingleses de latinoamérica. Pretendemos ser ejemplos para nuestros vecinos, pero así como vamos sólo seremos ejemplos para alguna tiranía del sudeste asiático.

Mi intención no es defender el asilo político ayer condedido a Patricio Ortiz, lo encuentro descarado, son los mismos sectores que han clamado que no existe justicia, pero que luego piden indulto para quienes han cometido los más horribles crímenes, como lo es el asesinato político, y defienden a quienes se han fugado de sus castigos, a costas del "pueblo pobre" que suele llenar los centros penitenciarios, quienes sí pagan sus penas, sino que llamar la atención a la terrible caída de discurso que sufrimos como sociedad chilena, en materias de derechos y dignidad humana, al simplemente cerrar los ojos ante la realidad penitenciaria de nuestra nación.

3 Comentarios:

Blogger Alberto Precht said...

Claro que nuestras caceles son infinitamente peores que las suizas, pero han mejorado bastante, y se ha ehcho mucho al respecto, al menso mi impresion cuando visite la Peni no fue tan atroz como esperaba, sin duda Chile cuenta con recintos más que adecuados, o es cosa de ver el penal para reos especiales, como el de Putaendo, o la misma CAS o las nuevas cácerles, y creo que el problema es al reves que aca en Chile se trata muy bien a algunos presos, como los de Punta Peuco o los de Peñalolén

7:09 p. m.  
Blogger Catalina Pimentel said...

sería justo que en todos los países las leyes sean las mismas. sería mas fácil . pero a la cárcela van los malandrines zanganos que se lo merecen. pero es un tema complejo a mi juicio.

3:50 p. m.  
Blogger Beck said...

Realidad nacional... eso no mas.
Ahora que se escapo el violador de Reñaca, recien dicen que esa carcel no era completamente segura y estaba sobrepoblada...
Y entonces... no era una de las mejores ?¿
Uf... este Chile que se contradice!

1:15 a. m.  

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