martes, septiembre 27, 2005

Las desigualdades en Chile


Las últimas semanas me ha estado penando un tema que ha estado causando mucho debate en Chile: el de las desigualdades. Sin pretender ser un docto profesional, he ido concluyendo varias cuestiones. La primera, tiene que ver con el hecho de que en Chile, como ocurre con todas las cosas, se "traducen" las desigualdades a términos económicos, casi que de capitales, y se encamina todo el debate desde ese punto. Yo muchas veces he criticado ese afán de "economizar" todos los debates, pero creo que es en este punto donde más se empantana cualquier posibilidad de progreso. Me atrevería a afirmar que ni en los países más desarrollados todas las variables son llevables a una cosa de capitales, dinero, a una "traducción económica", aunque sí, y esta es una conclusión propia que puede estar errada, lo reconozco, mientras más transformable a un lenguaje económico sean las variables, entonces más desarrollado será el país. Y esto lo deduzco de que si de verdad, y no sólo en el papel en que se imprime la revista Capital, fueran totalmente "economizables" las variables, entonces reparar las desigualdades sería muy fácil, consistiría en inyectar dinero y asunto solucionado. Pero no, ni en el país más desarrollado del mundo eso es posible, aunque si están mucho más cerca que Chile. El ejemplo lo tomo de una película, de una de muchas que podrían ser. Me refiero a "El Diario de la Princesa"(omitir risas). En esa película, una adolescente de clase media estadounidense se entera de que es heredera a reina, y debe ser "re educada" rápidamente, cometido que finalmente es cumplido. Aunque seguramente muchos aquí en Chile pasaron un buen rato al verla, pocos repararon en el hecho de que el caso era imposible de asimilar en Chile. Y es que si bien en la película habían códigos de conducta, patrones sociales que la adolescente no conocía, estos eran muy pocos y ella rápidamente se termina amoldando a su nueva vida. O sea, las variables de desigualdad en esa sociedad son mucho más "economizables". Ese caso no es posible en Chile, donde las diferencias son mucho más que de ingreso, pasan a ser culturales, de prácticas de diario vivir, de gustos, de usos, de jerga, incluso de pronunciación. Tan así, que para términos publicitarios, por ejemplo, puede ser clase más alta alguien con menor ingreso que otra persona, dependiendo de donde nació, del colegio en que se educó, y, por qué no decirlo, de su nombre. Esas variables, aunque si coincido que en un sentido más amplio pueden ser económicas, en el que hemos usado la palabra no lo son, y es por eso que no importa cuanto crezcamos como país, o cuan más rico sea nuestro PIB, mientras no se tomen medidas que vayan a romper esas variables "poco economizables" las desigualdades decrecerán muy poco, o nada.

miércoles, septiembre 21, 2005

Alemania y lecciones




El fin de semana hubo elecciones parlamentarias en Alemania. Como es un sistema parlamentario, también se desprendía de esa elección quien sería el futuro jefe de gobierno. Los dos principales candidatos eran el actual canciller(que en Alemania, a diferencia de acá en Chile, no es el ministro de rr.ee) Gerhard Schröder, del Partido Social Demócrata, y Angela Merkel, presidenta de la Unión Demócrata Cristiana.
Finalmente no hubo mayoría para ninguno de los dos. Aunque Merkel ganó por un punto, ni con su partido aliado(el Partido Liberal) no logra la mayoría que necesita para alzarse como canciller, y tampoco la logra Schröder, incluso con el apoyo de su natural aliado, "los verdes".
Ambos candidatos han manifestado estar dispuestos a buscar fórmulas para lograr una coalición mayoritaria con todos los partidos menos con el Nuevo Partido de Izquierda, formado por post comunistas y miembros disidentes del Partido Social Demócrata.
Es precisamente ese último punto el que más me interesa discutir. ¿Qué pasa en este mundo que se le teme tanto a los grandes cuestionamientos? Que Merkel esté dispuesta a integrar verdes en su gobierno ya me llama la atención(es como que Soledad Alvear, para lograr la mayoría invitara a ser ministro de vivienda a Sara Larraín), pero que Schröder prefiera gobernar con la CDU o, incluso, con liberales, antes que con políticos que deberían programáticamnte ser más cercanos a él, me da desesperanza.
Y es que lo mismo ocurre en Chile. Desde el Partido Socialista hasta la Unión Democrática Independiente, o sea, todo el espectro político representado en el parlamento, pareciera corresponder a una sola gran corriente ideológica, con diferentes maticez, pero que carecen de la valentía necesaria para cuestionar el modelo, y atreverse a pensar soluciones distintas.
Y es que, creo yo, que atenuar las diferencias hasta hacerlas desaparecer no promuebe la estabilidad, sino que por el contrario, es encender fuego a una olla a presión, la cual en algún momento va a explotar. No estoy defendiendo en particular al Nuevo Partido de Izquierda alemán, ya que no lo conozco, y, seguramente si lo conociera, no me gustaría, pero si estoy atacando la falta de compromiso ideológico y de coraje al enfrentar a la sociedad, una carencia que se da tanto en Alemania como en Chile, y seguramente en muchos otros países, y que estoy seguro en esta senda finalmente será mucho más negativo.

domingo, septiembre 11, 2005

Indulto: justicia para unos, no para otros..?

Hace poco se logró un proyecto de indulto para condenados por delitos terroristas cometidos en democracia, gracias al apoyo total de la Concertación, y de pocos senadores de oposición como Hernán Larraín, quien debo decir ha demostrado ser de los más nobles parlamentarios de la derecha.
Algunos clamaban perdón, clemencia, otros piedad, y los menos hacían incapié en la reconciliación nacional. La cuestión es que ahora se presentó un proyecto que busca indultar a algunos condenados por crímenes cometidos durante la dictadura, aquellos que habrían violado los derechos humanos.
La verdad en este caso poco importa si uno está a favor de dar el indulto a unos u otros(yo en lo personal estoy en contra de dar el indulto cualquiera de los condenados), lo que a mí me preocupa es la forma en que se ha enfocado la discución. Parlamentarios de oposición acusan falta de consecuencia por parte de aquellos de la concertación que se oponen tajantemente al proyecto, e incluso los oficialistas que están de acuerdo han fundamentado su opinión en la reciprocidad(incluso Andrés Zaldívar ha hablado de "ley espejo"). Esto es un error gigantezco. No hablamos de diplomacia o política, donde las acciones deben ser recíprocas, sino que de justicia. Es, de partida, una lástima que este debate pueda que sea darse en el parlamento, ya que el lugar apropiado serían los tribunales de justicia, donde si existe el principio de independencia de los jueces, que no se traduce en nada más y nada menos que cada caso debe ser revisado por sus propios méritos, en base a sí mismo, y no otro tipo de consideraciones.
¿O sea? Si se aplica el indulto a los condenados por violación de ddhh debería considerarse en base a sus propios méritos, y no en que a los condenados por delitos terroristas se les concedió. Y viceversa.
Ya ese problema es una pésima señal para el país, para la mermada imagen que la opinión pública tiene de la política y de la justicia, y a eso se le suma el hecho de que personas que han cometido crímenes de mucha menor significación están cumpliendo su condena(muchas veces mayores), y no tienen acceso a este "beneficio" por no haber consideraciones políticas, cuando estas deberían consistir en un agravante, no en un beneficio.-
Este blog esta basado en el template de Douglas Bowman.
Dibujos, colores y diagramacion by Alessandra C.
Il Gatto Soon...